La reforma constitucional de 1982 y la culminación del proceso de nacionalización de la constitución de Canadá

AuthorAlejandro Torres Gutiérrez
Pages289-345
CAPÍTULO V.
LA REFORMA CONSTITUCIONAL DE 1982 Y LA CULMINACIÓN DEL
PROCESO DE NACIONALIZACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN DE
CANADÁ
1. ANTECEDENTES.
Como ya hemos visto, al abogar Trudeau por el “No”, en la campaña del
referéndum, dejó claro que ello no significaba un conformismo con el estado de
cosas vigente hasta ese momento, sino que aprovechó para ofrecer una nueva
Constitución. La fortaleza del movimiento secesionista no iba a representar sólo
poner en riesgo y amenazar la unidad del país, sino que también iba a ofrecer una
oportunidad, la de proceder a llevar a cabo una reforma constitucional, actualizando
la existente en ese momento, e incluyendo una declaración de derechos.697 Cuando
Trudeau prometió una renovación del federalismo canadiense en 1980, no lo hizo
pensando en otorgar a Quebec un estatuto privilegiado, sino en básicamente 3 cosas.
En primer lugar, elaborar una Constitución que fuera: Made in Canada, y actualizara
el texto de la Ley de la América del Norte Británica de 1867. Estamos ante el proceso
de nacionalización de la Constitución, también conocido por los términos en lengua
inglesa de Patriation, o el vocablo francés Rapatriement.698 En segundo lugar,
conllevaba un compromiso por incorporar una fórmula de enmienda constitucional
que permitiera introducir modificaciones constitucionales sin tener que depender del
Parlamento de Londres. Y finalmente, en tercer lugar, elaborar una Carta de
697 BAKVIS, HERMAN, BAIER, GERALD y BROWN, DOUGLAS, Contested Federalism.
Certainty and Ambiguity in the Canadian Federation, Oxford University Press, Don Mills,
2009, p. 83.
698 No es extraño que en lengua castellana se use el término repatriación, que a nuestro juicio
dar lugar a confusión, pues parece dar a entender que estuviésemos ante algo así como una
Constitución que salió del país, y luego regresase, cuando la misma en realidad, siempre
permaneció en Canadá. Lo que realmente ocurre, a partir de 1982, es que el Parlamento de
Londres pierde todas sus potestades legislativas sobre Canadá, y son sus propias instituciones
quienes en lo sucesivo tendrán la última palabra a la hora de decidir cómo y cuándo se
modifica la Constitución. Por todo ello estaríamos más bien ante una nacionalización de la
misma, y no ante su repatriación, (pues siempre estuvo en Canadá). Puede verse al respecto:
PÉREZ CALVO, ALBERTO, Canadá: La creación y el fundamento de un Estado Federal,
UPNA, Curso 2008-2009, pp. 15 y 16, documento de trabajo inédito, al que hemos tenido
acceso por cortesía del autor.
290 Alejandro Torres Gutiérrez
Derechos y Libertades, que fueran susceptibles de ser predicados respecto a los
ciudadanos canadienses.699
El modelo dibujado por la Ley de la América del Norte Británica en 1867
trataba de dar respuesta a un modo de organizar un territorio que formaba parte del
Imperio británico, pero hasta la secesión formal de Canadá del Reino Unido, va a
tener que transcurrir un largo proceso que llega a su fin con la Canada Act de 1982,
(que fue también aprobada por el Parlamento de Westminster). El proceso de
definición de Canadá como entidad política diferenciada del Reino Unido, es de este
modo el resultado de un largo proceso, de naturaleza gradual y progresiva, una de
cuyas etapas iniciales puede verse en la propia suscripción del Tratado de Versalles,
que pone fin a la I Guerra Mundial, y que fue firmado de forma separada por Canadá,
que también sería admitida individualizadamente como miembro de la Sociedad de
Naciones, el 10 de enero de 1920, y de la Organización de Naciones Unidas, el 9 de
noviembre de 1945. A lo que hay que unir las consecuencias del previo Estatuto de
Westminster de 1931, de cara a reafirmar una mayor autonomía de Canadá frente al
Imperio británico.700
En puridad, no existía un procedimiento claramente establecido sobre cómo
proceder a la Patriation de la Constitución, la cual, para ser legítima, debía de contar
con un acuerdo sustancial de las provincias. El principal escollo para que el
Parlamento del Reino Unido desistiera de su autoridad legislativa sobre Canadá será
la falta de un acuerdo entre las provincias y la Federación sobre cómo llevar a cabo
los procedimientos de reforma constitucional, algo que venía coleando desde 1931,
lo que obligaba a que el Parlamento de Londres conservara, muy a su pesar, el poder
de revisar formalmente las modificaciones de la Constitución de Canadá, algo que
ocupará la agenda política a partir de la década de los años 40 del siglo XX, que
quedará especialmente centrada en dilucidar cuál sería el papel reservado a Quebec,
no sólo en el procedimiento de revisión constitucional, sino en el propio seno de la
Federación canadiense.701
699 GOSSAGE, PETER y LITTLE, JOHN I., An Illustrated History of Quebec, Tradition &
Modernity, Oxford University Press, Don Mills, 2012, p. 273.
700 CASTELLÀ ANDREU, JOSEP Mª., La evolución político-constitucional de Canadá, en:
CASTELLÀ ANDREU, JOSEP Mª. y MITJANS, ESTHER, (Coords.), Canadá.
Introducción al sistema político y jurídico, Publicacions U.B., Barcelona, 2001, p. 44.
701 RUIZ ROBLEDO, AGUSTÍN, Canadá, un federalismo casi olvidado, en: Revista de
Estudios Políticos, n. 69, Julio-Septiembre 1990, p. 208. SAIZ ARNAIZ, ALEJANDRO,
Estado federal y "estatuto particular": La posición constitucional de la provincia de Quebec
en la federación canadiense, Marcial Pons, Madrid, 1997, p. 66. TAUCAR, CHRISTOPHER
EDWARD, Canadian federalism and Quebec sovereignty, Peter Lang, Nueva York, 2002,
p. 118.
La vertebración de Quebec en el modelo federal canadiense 291
Aunque la necesidad de proceder a la Patriation, o Rapatriement, de la
Constitución hubiera estado en la agenda política desde el final de la II Guerra
Mundial, no se materializó en nada, tal vez por la propia complejidad de la empresa
a realizar. Incluso admitiendo que se estaba corriendo el riesgo de abrir la caja de
Pandora, Trudeau propuso proceder a una reforma constitucional en 1971. Para ello
se reúnen en Victoria con él, los primeros ministros de las provincias, que llegan a
una serie de compromisos, en lo que vino a denominarse como la Victoria Charter,
la cual perseguía la Patriation de la Constitución, añadir a la misma un catálogo de
derechos y libertades y consolidar la posición del inglés y el francés como lenguas
oficiales. A tales efectos, se reconocía el derecho a la libertad de expresión y religión,
el derecho al voto, se limitaba a 5 años el máximo de duración de las legislaturas de
la House of Commons federal y las asambleas provinciales, el bilingüismo del
Parlamento federal, y de las asambleas provinciales de Ontario, Quebec, Nueva
Escocia, Nuevo Brunswick, Manitoba, Isla del Príncipe Eduardo y Terranova.
Reconocía la existencia del Tribunal Supremo, y establecía el procedimiento de
elección de sus magistrados. Se hacía también especial hincapié en el
reconocimiento del principio de igualdad de oportunidades. La Carta incorporaba
una fórmula de enmienda que otorgaba el derecho de veto al Gobierno federal, y a
las dos principales provincias, Ontario y Quebec,702 pero a la vez facilitaba la
posibilidad de llevar a la práctica enmiendas constitucionales impulsadas por el
Gobierno federal.703 El procedimiento terminó en fiasco, cuando el Primer Ministro
de Quebec, Robert Bourassa, se desmarcó del proyecto el 23 de junio de 1971. El
fracaso en la empresa en 1971, hará que haya que esperar a 1982, para que se
produzca la culminación de dicho proceso.704
A la hora de realizar la reforma constitucional, estos eran los principales
asuntos candentes:705
702 La existencia de un eventual derecho de veto por parte de Quebec, en caso de reforma
constitucional, se volvió a plantear con motivo de la patriation constitucional. En lo que se
conoce como la Quebec Veto Reference, u Objection by Quebec to a Resolution to amend the
Constitution, [1982] 2 S.C.R. 793, el Tribunal Supremo de Canadá descartó la existencia de
dicho derecho, el 6 de diciembre de 1982, tras haber afirmado en la Patriation Reference, ó
Resolution to amend the Constitution, [1981] 1 S.C.R. 753, que en caso de enmienda
constitucional se requeriría un sustancial grado de consentimiento provincial.
703 MILNE, DAVID, The Canadian Constitution. From Patriation to Meech Lake, James
Lorimer & Company, Toronto, 1989, p. 33.
704 MORTON, DESMOND, A Short History of Canada, McClelland & Stewart, Toronto,
2006, 6ª Ed., p. 310.
705 SIMEON, RICHARD y ROBINSON, IAN, State, Society, and the Development of
Canadian Federalism, University of Toronto Press, Toronto, 1990, pp. 257 y ss.

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