Surgimiento y conformación de Canadá

AuthorAlejandro Torres Gutiérrez
Pages9-73
CAPÍTULO I.
SURGIMIENTO Y CONFORMACIÓN DE CANADÁ
1. LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS.
Los vastos territorios del Norte de América fueron poblados durante la
última glaciación por pueblos procedentes de Asia, que cruzaron el estrecho de
Bering, y de este modo se asentaron allí, siendo designados como aborígenes o
primeras naciones. A ello hay que unir las incursiones hechas por navegantes
vikingos y otros pueblos, entre ellos pescadores vascos, (cuya presencia se encuentra
documentada a principios del siglo XVI, dedicándose especialmente a la pesca de la
ballena), pero la presencia europea, y la consecuente incorporación de Canadá a la
cultura occidental, no se consolida hasta la llegada de ingleses y franceses en plena
Edad Moderna. Es aquí donde comenzaremos nuestro estudio, pues nos resultará de
gran ayuda, (e incluso de verdadera clave), para llegar a ser conocedores de los
antecedentes inmediatos que sirven de base al estudio de la integración de lo que hoy
conocemos como Québec, en Canadá, del contexto en el que ha tenido lugar, y los
problemas que se han suscitado.3
1.1. LA COSTA ATLÁNTICA Y QUEBEC.
1.1.1. EL COMIENZO DE LA COLONIZACIÓN INGLESA Y FRANCESA,
Y EL SURGIMIENTO DE LA RIVALIDAD RECÍPROCA.
1.1.1.1. LA PRIMERA PRESENCIA INGLESA Y FRANCESA.
La presencia de los ingleses a América del Norte, comienza a partir de la
llegada a Terranova en 1497, provisto de las oportunas cartas de patente otorgadas
por Enrique VII de Inglaterra, de John Cabot, (o si se prefiere, Giovanni Caboto,
pues había nacido en Italia). A ello hay que unir, sobre todo, desde finales del siglo
XVI y durante todo el XVII, otras expediciones que tienen como objetivo descubrir
el denominado paso del Noroeste hacia China, como las de Martin Frobisher, (que
realiza tres expediciones entre 1576 y 1578), o las de Henry Hudson, que en 1608
llega a la Bahía que recibirá su nombre, para a continuación explorar con detalle la
costa este de Canadá. Estos contactos iniciales con la población indígena, que en
estos momentos tienen un carácter ocasional y esporádico, dejarán su impacto en la
3 CASTELLÀ ANDREU, JOSEP Mª., La evolución político-constitucional de Canadá, en:
CASTELLÀ ANDREU, JOSEP Mª. y MITJANS, ESTHER, (Coords.), Canadá.
Introducción al sistema político y jurídico, Publicacions U.B. Barcelona, 2001, pp. 27 y 28.
LINTEAU, PAUL-ANDRÉ, Histoire du Canada, Presses Universitaires de France, 2014, 5ª
Ed., pp. 9 y ss.
10 Alejandro Torres Gutiérrez
población local, a causa de las nuevas enfermedades allí traídas, (cuya repercusión
demográfica no resulta fácil calcular), y asimismo conllevarán un cierto cambio en
los patrones de conducta, al modificarse la inicial economía de supervivencia, y
contribuir a un paulatino incremento de la demanda de productos europeos, y al
desarrollo de los correlativos intercambios comerciales.4
La organización de expediciones de descubrimiento por parte de Francia se
verifica con un cierto retardo, en relación con otras potencias europeas, debido a las
guerras en Italia que ocupan su política exterior durante casi 30 años, de 1492 a 1519.
Vienen impulsadas por motivos principalmente políticos y económicos, y el deseo
de rentabilización material de las riquezas que pudieran descubrirse, más que por
preocupaciones religiosas, como pudiera ser la conversión de los infieles, que
aparecen más bien como una excusa añadida a posteriori, con el fin de no incurrir
en posibles condenas papales. En 1524, Giovanni de Verrazano, financiado por una
serie de banqueros italianos asentados en Lyon, emprende en nombre del Rey de
Francia, un viaje de reconocimiento de la costa de América del Norte, con la
esperanza de descubrir un pasaje a China por el norte, y tras llegar a Carolina del
Norte, remonta el litoral hasta la desembocadura del Hudson y Cape-Breton,
elaborando un mapa detallado de la costa de aquellas tierras. Un papel primordial lo
desempeñará la llegada de Jacques Cartier a las costas de la Isla del Príncipe Eduardo
y Quebec en 1534, y su toma posesión de las mismas en nombre de Francisco I de
Francia. El explorador y navegante bretón, nacido en Saint Malo, será el autor de los
mapas que permitan ubicar el Golfo de San Lorenzo por vez primera en un
mapamundi, siendo el primer europeo que ponga nombre a estas aguas, ríos y gentes,
así como al territorio descubierto, al que dará el nombre de Canadá. En su segundo
viaje, (1535-1536), Cartier continuará su exploración del Golfo de San Lorenzo y
llegará a la ciudad iroquesa de Hochelaga, cerca de lo que hoy es Montreal. La
llegada del invierno aconsejó acampar en las proximidades del poblado iroqués de
Stadaconé, no muy lejos de la ciudad actual de Quebec, falleciendo muchos de sus
hombres de escorbuto, a causa de la falta de vitamina C, antes de aprender el remedio
de los nativos, (consistente en hervir las hojas y la corteza del cedro blanco, -
annedda-, un brebaje rico en ácido ascórbico), regresando a Francia convencido de
haber explorado la costa este de Asia. Sirva como ejemplo que no dudará en
denominar a los rápidos de Lachine, de este modo, en las proximidades de Montreal,
por entender que tras los mismos se encontraba la China. En su tercer viaje, (1541-
1542), el rigor del invierno y la hostilidad de las tribus indígenas, impedirán el
asentamiento estable de colonos franceses, muchos de ellos convictos. Cartier dará
nombre a los nuevos territorios descubiertos, al emplear la palabra Canadá, aunque
no para referirse a una aldea en particular, (el término iroqués Kanata significa
4 CONRAD, MARGARET, A Concise History of Canada, Cambridge University Press,
Cambridge, 2012, p. 34.
La vertebración de Quebec en el modelo federal canadiense 11
poblado, o asentamiento, refiriéndose inicialmente a Stadaconé, en las proximidades
de lo que hoy es Quebec), sino al conjunto de toda la región que acababa de
descubrir, una denominación que, a finales de la década de los años 40 del siglo XVI,
ya se encuentra en la cartografía europea. El duro clima, las difíciles relaciones con
la población indígena, el hecho que el supuesto oro y diamantes traídos en su tercer
viaje a aquellas tierras fueran meras piritas de hierro y cuarzo5 y el que por aquel
tiempo dicho reino estuviera enfrascado por las disputas entre católicos y hugonotes,
(hasta que el Edicto de Nantes, en 1598, pone un poco de cordura, tolerando el culto
protestante, y permitiéndoles el acceso a cargos públicos), y por lo tanto poco
interesado por lo que pudiera ocurrir en tan lejanas tierras, hicieron que Francia
volviera sus ojos en la segunda mitad del siglo XVI hacia Brasil y el sureste de los
Estados Unidos, y que hubiera que esperar siete décadas para que los franceses
volvieran de nuevo a retomar su empresa colonizadora, en estas latitudes.6
Lo harán bajo la iniciativa de Enrique IV, el cual, una vez conseguida la
pacificación de las tensiones entre hugonotes y católicos, designa en 1598 al
Marqués de la Roche como lugarteniente general de Canadá, con derecho de
monopolio en el comercio de las pieles. El explorador francés Samuel de Champlain7
5 Dando origen a la expresión, faux comme des diamants du Canada, que aún se emplea en
Bretaña y Normandía.
6 BLACK, CONRAD, Rise to Greatness. The History of Canada from the Vikings to the
Present, McClelland & Stewart, Toronto, 2014, p. 15. CONRAD, MARGARET, A Concise
History of Canada, Cambridge University Press, Cambridge, 2012, p. 30 y 31. FRANCIS,
R. DOUGLAS, JONES, RICHARD y SMITH, DONALD B., Canadian History to
Confederation, Thomson-Nelson, Scarborough, 2004, pp. 31-32. LACOURSIÈRE,
JACQUES, PROVENCHER, JEAN y VAUGEOIS, DENIS, Canada Quebec. Synthèse
Historique 1534-2015, Septentrion, Quebec, 2015, pp. 22-23.
7 Champlain era una extraña mezcla de aventurero, reputado navegante y cartógrafo, (sirva
como botón de muestra el excelente mapa que aportó a su memoria de 1632, en el que
aparecen numerosos emplazamientos que aún hoy en día son fácilmente reconocibles),
soldado y hombre visionario, administrador colonial, y hombre de negocios, un hugonote que
se había convertido al catolicismo por convicción. Un individuo cartesiano y racionalista,
pero también un soñador y un visionario. Será él quien cree Nueva Francia, dedicándose al
comercio de pieles. El futuro de los nuevos colonos franceses allí asentados estará marcado
por el permanente conflicto con los iroqueses. A ello habrá que unir pronto un factor
adicional, el intento de convertir a los indios allí asentados, destacando el especial empeño
puesto en dicha empresa por las órdenes religiosas católicas, como los jesuitas. Los tres
pilares sobre los que se asentó el modelo de Champlain, no siempre actuarán aunando sus
sinergias, pues los comerciantes preferirán dejar a sus clientes tal y como los habían
encontrado, los misioneros se escandalizarán por la moral comercial y sus métodos, y los
colonos no serán precisamente el mejor ejemplo para los escasos nuevos conversos indios.
BLACK, CONRAD, Rise to Greatness. The History of Canada from the Vikings to the

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